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Alrededor de Logroño, la Rioja despliega sus viñedos a lo largo de los valles, bañados por el sol. Los vinos, principalmente tintos, son una delicia para el paladar. Desde hace unos treinta años, han surgido campos de golf donde las vides no tenían cabida en el subsuelo calcáreo. Razón de más para atraer a los epicúreos a la región más pequeña de España y descubrir sus encantos, ¡con un palo en una mano y una copa en la otra!
Al norte de Logroño, Izki Golf, el primer campo de golf público de España, diseñado por Severiano Ballesteros, ha tomado las 98 hectáreas de una finca donde un virus comprometía los cultivos.
En 1994, el heraldo del golf español encontró aquí un campo de expresión en el que su sentido del juego privilegiaba las calles anchas bordeadas de robles, aunque algunos escollos aumentaran el desafío, como en el 13, donde las zanjas cortan varias veces la pista. Un enorme estanque, en juego en el par 3 17, es muy útil como reserva de agua. El terreno ondulado añade ritmo al juego, mientras que en el horizonte, dos grietas en la roca dan un aspecto solutré al alto valle de Izki, un parque natural donde el senderismo y la bicicleta de montaña complementan las actividades deportivas.
Entre Burgos y Logroño, rodeado por las cumbres de las Sierras de la Demanda y La Decollada, donde se puede esquiar en invierno, el Club de Golf Rioja Alta cuenta con 72 hectáreas de terreno suavemente ondulado y rodeado de viñedos, telón de fondo gráfico de cumbres nevadas. Algunos hoyos se acercan a un bosque de robles centenarios para cobijar sus greenes a la sombra del follaje que separa visualmente el diseño en dos partes.
Por lo demás, el trazado diseñado por Enrique Saenger en 2004 despliega amplias calles en una llanura ligeramente modulada por el arquitecto. Ocho obstáculos de agua interrumpen el juego entre los hoyos 8 y 14, ofreciendo una cómoda casa club al final del recorrido. Combinando madera, acero y cristal en una armonía futurista, este elegante edificio se asoma al green del 18, con un telón de fondo de sierras.
La Rioja, región vinícola de primer orden, vio nacer en 2006 el Club de Golf Sojuela, a unos quince kilómetros al sur de Logroño. Sobre un terreno ondulado, Severiano Ballesteros diseñó un trazado técnico, más apto para manejadores de pelota. Fue una apuesta acertada en este bosque de robles y pinos que domina las cumbres de los Pirineos. Con un tramo exterior bastante estrecho y un retorno más aireado, el diseño ofrece una gran variedad de juego entre los árboles y las laderas, donde los carritos de golf son muy bienvenidos.
Bordeando los greenes de los hoyos 12 y 18, la única fuente de agua del campo lo mantiene verde en verano. La casa club, con una decoración muy contemporánea, domina el valle desde su sombreada terraza, donde las buenas botellas esperan a ser descorchadas...
Inaugurado en 2003, el Club de Golf Logroño, diseñado por Marco Martín en el corazón del Parque de la Grajera, de 500 hectáreas, se labró rápidamente una sólida reputación gracias -¡o porque! - del hoyo 4, un par 5 de 618 metros, el más largo de España y uno de los récords mundiales. Aparte de esta protuberancia en la que sólo hay que tomarse su tiempo para alcanzar el green en un ligero dogleg a la izquierda, el trazado es agradable con abundantes búnkers, como en el 5, el 10 y el 15.
Algunos doglegs muy pronunciados, como el 7, el 12 y el 18, pueden confundir a los visitantes, aunque los croquis al comienzo de los hoyos guían a los jugadores por el camino correcto... En 2008, Miguel Ángel Jiménez se inspiró en el folleto para marcar un 60 en el Campeonato de España Pro. Quince años después, este resultado sigue siendo el récord del campo. Y con razón.
En 2019, La Rioja ha sido galardonada con el sello "Destino de Golf por Descubrir" por la Asociación Internacional de Escritores de Viajes de Golf. Influyó en su voto la degustación de las mejores variedades de uva? En absoluto... La Rioja, en torno a Logroño, tiene mucho que ofrecer a golfistas, gourmets y amantes del vino por igual. De hecho, los tres criterios suelen agruparse bajo una misma silueta, la de un epicúreo, alguien que disfruta de los placeres de la vida.
Detrás de sus murallas, que la protegían en el pasado, Logroño conserva sus viejas piedras, un patrimonio a menudo ocupado por los primeros turistas de la ciudad, las cigüeñas, que aprovechan el agradable clima invernal para ver crecer a sus crías antes de los largos viajes. Si hay tradición de buena mesa en este país, se debe al asedio de la ciudad en 1521 por los ejércitos franceses. Las tropas de Francisco I y del general Lesparre sitiaron la ciudad, y los habitantes atrincherados se aprovisionaron de harina, pescaron en el Ebro, río que atraviesa la ciudad, y bebieron botellas de vino de sus bodegas para acompañar las comidas y olvidar la angustia de los atacantes. La ciudad resistió hasta la llegada de las tropas castellanas...
Todos los años, hacia el 11 de junio, el día de San Bernabé, una gran fiesta conmemora el acontecimiento al pie de la Puerta de Revellin, con pan, pescado y vino, mucho vino. El resto del año, a la sombra de las callejuelas, bajo los soportales donde lasabuelitas charlan con sus amigas, los calados le esperan para degustar las mejores variedades de uva de Rioja.
El 21 de septiembre, día de San Mateo, fiesta de la vendimia, es "vino a gogo"... En el centro de Logroño, en las calles San Juan y del Laurel, se suceden los bares de tapas. Aquí se pueden picar pintxos sin hambre -¡o mejor dicho, sin fin! - mientras excelentes vinos a precios razonables acompañan al jamón serrano y la tortilla de patatas hasta bien entrada la noche.
A la salida de la ciudad, en el corazón de la Rioja Alavesa, entre olivares, campos de trigo y viñedos hasta donde alcanza la vista, algunas bodegas familiares y más estructuradas le esperan para que pruebe sus vinos. En el pueblo de Eltziego, la famosa bodega Marqués de Riscal es sin duda la más conocida, con un aspecto similar al del Museo Guggenheim de Bilbao, si bien es cierto que este extraordinario lugar es también obra de Franck Gehry, el famoso arquitecto estadounidense-canadiense y padre del museo. Bodega Murua también produce grandes vinos de guarda, tintos de aromas potentes y complejos que combinan bien con carnes guisadas.
Un poco más allá, en Laguardia, uno de los pueblos más bellos de España, las bodegas jalonan la calle principal. La bodega Eguren Ugarte, fundada en 1870 por el abuelo del propietario, es emblemática de este valle donde la naturaleza es tan generosa. Aquí se puede degustar vino, por supuesto, pero también aceite de oliva añejo, del que la familia está muy orgullosa.
En pleno centro de Logroño, Bodega y Viñedo Arizcuren ha instalado su bodega en la ciudad, una forma de estar lo más cerca posible de sus clientes y de sus expectativas, aunque sus viñedos se encuentran en la Sierra de Yerga, en la Rioja oriental. En la carretera de Pamplona, a las afueras de Logroño, Bodega Viña Ijalba es la primera bodega ecológica de La Rioja. Utiliza variedades de uva antiguas, de bajo rendimiento pero de sabores tan sutiles. Como dice Dionisio Ruiz Ijalba, el patriarca de 85 años que creó sus viñedos con sus propias manos: "Los vinos de hoy nacen de las variedades de uva de ayer...". ¡Un concepto que encaja muy bien con el turismo del golf y del vino, con campos y añadas para disfrutar sin moderación! Y durante todo el año...
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